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A mi perro le ha entrado una espiga, ¿Debo acudir al veterinario?

Nov 25, 2019 | 0 Comentarios

Las espigas suponen un problema para todos nuestros compañeros durante la época de primavera verano. Estas, son semillas de plantas gramíneas que penetran con facilidad en patas, nariz, oídos o incluso en el costado de nuestra mascota, siendo más frecuentes en animales de pelo largo.

Si bien en principio puede pensarse que no supone una visita al centro veterinario, lo cierto es que se considera consulta obligatoria, ya que puede derivar en problemas mayores.

El lugar más frecuente de aparición es entre los dedos, tanto de las patas traseras como de las delanteras. Muchas veces no llegamos a verlas, ya que se enredan entre el pelo. Lo primero que notamos en el animal es que se chupa compulsivamente la patita afectada, llegando en caso más extremos incluso a cojear. Es recomendable acudir en cuanto notemos ese lamido, ya que el veterinario debe extraer la espiga antes de que esta, debido a su terminación en pico, pueda introducirse más y migrar a lo largo del cuerpo produciendo abscesos (masas con pus en su interior).

Si existe trayecto pero la espiga no aparece se puede intentar realizar un corte, y lavados con suero y/o agua oxigenada para facilitar la salida de la misma.

Tras la extracción, se recomienda tratamiento tópico y/o sistémico en función de signos clínicos.

Otra localización típica es en las orejas, el dueño suele acudir a consulta rápidamente porque el animal comienza a cabecear bruscamente, a ladear la cabeza hacia el oído afectado y a chillar en cuanto se les toca el mismo. El riesgo adquirido de esta patología es la perforación timpánica y las otitis secundarias. Es imprescindible la exploración de AMBOS oídos y la extracción del cuerpo extraño, al ser un proceso sumamente doloroso se recomienda sedación para ambas cosas. Normalmente el profesional pautará tratamiento tópico, aunque, en caso de llevar alojada varios días, puede necesitar tratamiento sistémico (antibiótico y antiinflamatorio).

A veces pueden introducirse por los orificios nasales provocando estornudos continuos de aparición repentina, e incluso sangrado de las fosas.  Puede llegar a  expulsarlo mediante los estornudos quedando la fosa afectada inflamada, en otros casos la espiga puede progresar hasta faringe y tragársela. La exploración y extracción deben realizarse SIEMPRE  bajo sedación.  La extracción es muy dificultosa por los pliegues existentes y su fácil sangrado. En caso de razas grandes, puede intentar realizarse a través del otoscopio. Si mediante esta técnica no se consiguiese, habría que realizar rinoscopia para retirarla y dar medicación sistémica para bajar la inflamación (antiinflamatorio).

Por último las espigas pueden clavarse en la piel, penetrar e ir migrando por diferentes partes formando un absceso o dando lugar a síntomas generales (asociados a la infección) como que dejen de comer, de jugar etc.  . Si sospechamos de espiga, habría que realizar pruebas como citología del bulto, ecografía etc.  Que no aparezca en ecografía no descarta la posible existencia de la misma, pero si nos permite ver si hay tejidos adyacentes afectados y la extensión de la lesión, para así encontrar el tratamiento más adecuado para la mascota, que puede ir desde antibiótico para la infección hasta cirugía para retirar la espiga.

CVMedican

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