El mastocitoma canino es una neoplasia cutánea maligna con predisposición genética para ciertas razas como Bóxer, Boston Terrier, Bulldog, Carlino, Labrador, etc.
Aparece por igual tanto en perros machos como en hembras y su predisposición aumenta con la edad, aunque también puede darse en animales jóvenes.
PRESENTACIÓN DEL MASTOCITOMA CANINO
Su aspecto puede ser muy variable y puede parecerse a muchas lesiones cutáneas, no teniendo un aspecto característico. El mastocitoma en el perro se da comúnmente en la piel y el tejido subcutáneo. En muchos casos los ganglios linfáticos regionales aparecen involucrados y puede producir metástasis a otros órganos, como hígado, bazo, médula ósea y sangre.
COMPORTAMIENTO Y EVOLUCIÓN EN PERROS
En general, la apariencia clínica de un mastocitoma canino no permite establecer su grado de malignidad ni definir su evolución.
Podemos encontrar mastocitomas solitarios, sin pelo, con crecimiento lento y pequeños que están bien diferenciados, y otros de crecimiento rápido que se ulceran o infectan produciendo picor o que se extienden a ganglios regionales u otras partes del cuerpo, haciéndonos sospechar por su comportamiento, que son poco diferenciados.
Solamente la histopatología nos permitirá diferenciar el grado de diferenciación del mastocitoma para poder así predecir su comportamiento y abordar su tratamiento de forma integral.
SÍNDROMES PARANEOPLÁSICOS
Los mastocitos o células del mastocitoma contienen en su interior gránulos de sustancias vasoactivas (histamina, heparina, etc) que pueden ser liberados localmente o a nivel sistémico, ocasionando un cuadro más grave o urgente que la presencia del propio tumor. Las más importantes son:
- Aparición de úlceras gastroduodenales acompañadas de vómitos, diarrea o anemia.
- Coagulopatías
- Retraso en la cicatrización.
- Hipotensión y shock.
COMPORTAMIENTO BIOLÓGICO DEL MASTOCITOMA CANINO
Todos los mastocitomas se consideran malignos, aunque con distintos grados. La capacidad metastásica depende, fundamentalmente, del grado histológico del tumor.
DIAGNÓSTICO Y MEDIOS
Existen principalmente dos métodos para diagnosticar un mastocitoma:
- Citología: mediante una punción o punción-aspiración con aguja fina se toman varias células que permiten diferenciar el mastocitoma debido a la presencia de sus característicos gránulos de sustancias. Es un procedimiento poco doloroso y bien tolerado por el animal ya que es poco invasivo.
- Biopsia: también se puede llegar al diagnóstico mediante la toma de una muestra bajo anestesia general. Resulta necesario realizarla cuando el resultado de la citología no es concluyente o bien para comprobar si los bordes del tumor reseccionado quirúrgicamente están limpios de células tumorales.
CLASIFICACIÓN HISTOLÓGICA
Todos los mastocitomas se consideran malignos, aunque con distintos grados. La capacidad metastásica depende, fundamentalmente, del grado histológico del tumor.
Según su comportamiento biológico, los mastocitomas se clasifican en dos grados: alto y bajo. Para su determinación se basan en características histopatológicas del tumor. Según esta clasificación, la supervivencia asociada al grado alto sería de unos 4 meses, mientras que para el grado bajo sería de 2 años.
PRONÓSTICO DEL MASTOCITOMA EN PERROS
Para el pronóstico, además del grado histológico es importante establecer el grado clínico de enfermedad, es decir, si se ha extendido a otras zonas regionales (ganglios) o bien órganos abdominales. Para ello sería necesario realizar ecografía abdominal y perfil analítico de sangre completo.
TRATAMIENTO
Uno de los objetivos principales de la oncología veterinaria es hallar el protocolo de tratamiento más adecuado, ya que puede llegar a ser complicado sobre todo en mastocitomas poco diferenciados.
Tratamiento quirúrgico:
La recomendación generalizada cuando se detecta un mastocitoma canino es la extracción quirúrgica, incluyendo 3 cms tanto alrededor de la masa como en profundidad de la lesión. En general la cirugía es el tratamiento de elección cuando existen masas solitarias bien delimitadas. Si se sospecha de metástasis, la cirugía deberá incluir la exéresis del ganglio regional afectado. Aunque bien es verdad que la recidiva del tumor es frecuente y para ello la cirugía debe ser lo suficientemente agresiva para reducir esta reaparición del tumor localmente.
En caso de obtener unos márgenes no libres de tumor, se debe reintervenir la zona para prevenir aparición descontrolada. En caso contrario de obtener unos bordes limpios con la cirugía, se podría hablar de curación del tumor, pero incluso en estas ocasiones se ha detectado un 30% de recidivas locales.
Es frecuente que un perro presente múltiples mastocitomas simultáneos y deben considerarse de forma individual en cuanto a su clasificación y comportamiento, salvo que tengamos evidencias de metástasis.
Tratamiento quimioterápico:
Los objetivos del tratamiento quimioterápico son eliminar posibles restos de mastocitoma tras la cirugía si no se dispone de radioterapia o no se puede volver a operar el paciente, mejorar el pronóstico postquirúrgico y controlar las metástasis o la enfermedad sistémica.
Existen múltiples protocolos de quimioterapia con diferentes medicamentos: antiinflamatorios esteroides, inhibidores de ciertas enzimas y combinaciones entre ellos, cuya efectividad será variable en función del tipo de mastocitoma al que nos enfrentemos, la extensión del mismo así como los marcadores que exprese y que los tratamientos pueden inhibir para limitar su crecimiento.
Algunos de ellos son prednisona, vinblastina, masitinib, toceranib, lomustina y clorambucilo.
Dado que el comprotamiento del mastocitoma es imprecdecible, es necesario analizar cada caso en particular a la hora de planificar el tratamiento, sabiendo que en muchas ocasiones ningún tratamiento consigue erradicar la enfermedad durante un tiempo prolongado. Y es por ello que el mastocitoma canino sigue siendo un reto para el clínico.
Los corticoiesteroides son los fármacos que han demostrado una mayor eficacia en el tratamiento del mastocitoma. Son de fácil administración al ser orales, su coste es bajo y los efectos secundarios son notables siendo lo más destacado la poliuria y la polidipsia.
Sin embargo, aunque la mayor parte de los animales manifiestan una respuesta positiva inicial, el tiempo que dura este control del tumor es muy corto. Por ello, sí que puede ser una buena alterativa para la reducción tumoral, previo a un abordaje quirúrgico más seguro.
El masitinib inhibe de forma potente y selectiva la forma mutada del receptor celular c-kit. Aunque es importante saber que no todos los mastocitomas expresan este receptor, es una buena opción de tratamiento, ya sea solo o en combinación con prednisona puesto que la tasa de respuesta completa es del 65% de los animales tratados y la tasa de supervivencia es del 92% a 24 meses.
Durante el tratamiento también hay que controlar posibles trastornos gastrointestinales, la función renal o hepática, aparición de neutropenia, anemia, hipoproteinemias, etc. mediante controles analíticos periódicos. La administración de ambos es oral cada 24-48 h según protocolo utilizado.
Otros quimioterápicos indicados para el mastocitoma canino ofrecen supervivencias similares pero son de administración intravenosa y requieren mayores controles, pudiendo producir más efectos secundarios.
El toceranib inhible la activación del kit tanto natural como mutado, si bien es más efectivo en estos últimos. Los efectos secundarios incluyen también problemas digestivos, neutropenia/trombocitopenia y alopecia.
Electroquimioterapia:
Es un nuevo tratamiento anticanceroso que combina impulsos eléctricos con fármacos. La tasa de respuesta está en torno al 85% y el tiempo que transcurre hasta que reaparece el tumor está estimado entre 40 y 65 meses.
Radioterapia:
Se recomienda en aquellos casos en los que la cirugía no es posible o para tratar los márgenes quirúrgicos “no limpios”. Actualmente sólo hay dos centros que trabajen con radioterapia en España (Lugo y Córdoba) y el coste muchas veces puede llegar a ser elevado.
Tratamientos complementarios:
Debido a las altas concentraciones de histamina de este tipo de tumores, se recomienda el uso de antihistamínicos H1 (difenhidramina, ciproheptadina, etc.) y H2 (famotidina, ranitidina, cimetidina, etc.) e inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, etc.).
PRONÓSTICO
El pronóstico depende de muchos factores (grado histológico, raza, localización del tumor), pero el mastocitoma en general es impredecible pudiendo variar de benigno a extremadamente maligno.
Algunos estudios han revelado que los carlinos tienen una predisposición a padecer mastocitomas múltiples en más de un 50% de los casos. Los tumores localizados en la mitad posterior del cuerpo suelen tener un comportamiento más agresivo de lo que cabría esperar y tienen un menor tiempo libres de enfermedad y menor supervivencia.
Las masa spequeñas que crecen lentamente y permanecen localizadas durante largos periodos de tiempo, tienen mejor pronóstico que los tumores de crecimiento rápido e infiltrativo. Las metástasis empeoran el pronóstico.
Si tu perro puede tener un caso de mastocitoma canino, llámanos cuanto antes o visita nuestra información referente a oncología veterinaria.
mi perrita pitbull es probable que tenga mastocitoma