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Han mordido a mi perro ¿Qué debo hacer?

Ene 10, 2022 | 0 Comentarios

Una de las urgencias más frecuentes en la clínica veterinaria es la mordedura por otro perro. Es una situación complicada en la que cuesta mantener la calma, sobre todo en casos en los que vemos mucha sangre o cuando se trata de heridas muy escandalosas, por eso es importante estar preparados ante esta situación porque es algo que le puede ocurrir en cualquier momento a nuestro perro.

Han mordido a mi perro. Cómo actuar:

Lo primero que hay que hacer es tratar de calmar la situación y si es posible, separar a los perros, con cuidado de no ser nosotros mismos mordidos y de que al tirar, no compliquemos la situación provocando un desgarro de la herida.

Una vez separados, es importante realizar una serie de preguntas y tratar de conocer el estado sanitario del otro perro: principalmente si está vacunado de la rabia, ya que esta es una enfermedad zoonótica y de declaración obligatoria por lo que debemos estar seguros de que el otro animal está libre de dicha enfermedad. Si no podemos saberlo, al menos fijarnos en el aspecto físico del perro. Es en este momento cuando debemos aprovechar y preguntar al otro propietario sobre una serie de datos: seguro del perro y certificado PPP en caso de que este sea de una raza potencialmente peligrosa; así como tomar los datos del propietario para que después sea este quien se haga cargo de los gastos económicos derivados de la visita al veterinario.

La importancia de acudir al veterinario lo antes posible:

En cualquier caso, sea cual sea el estado sanitario del otro perro, debemos acudir de inmediato a un centro veterinario de urgencias, ya sea el más cercano o el habitual si en el momento está abierto. En ocasiones nos confiamos porque vemos un pequeño rasguño, un simple arañazo y decidimos no ir o esperar porque vemos muy bien a nuestro animal, aunque lo que no sabemos es que por dentro nuestra mascota puede tener múltiples heridas profundas y que se infectan con gran facilidad, puesto que la boca de los perros, al igual que la de los gatos, es una importante fuente de infecciones. Por este motivo no debemos esperar al día siguiente o a ver la evolución, ya que puede ser demasiado tarde cuando decidamos ponerle solución.

Cuando un animal llega a la clínica u hospital veterinario, lo primero que se hace es una evaluación del estado físico general del animal, es decir, valorar si está o no estable, para ello  es necesario observar si el animal está alerta, que no respire con dificultad, nos fijaremos en el color de las mucosas (unas mucosas pálidas podrán indicar un sangrado activo y que el animal viene en “shock”), la temperatura (muy baja puede indicar sangrado, elevada puede indicar que presenta fiebre o puede ser que el animal venga muy excitado), se ausculta para detectar alguna arritmia o soplo cardíaco y se procede a observar las heridas que presenta detalladamente.

No está estable, ¿cómo proceder?

Lo primero es estabilizar al paciente, para ello hay que garantizar una vía permeable con oxígeno, cateterizar una vía para poder administrar fluidoterapia y medicación, entre ellas analgesia (puesto que suelen venir muy doloridos), así como antibióticos.

Tras estabilizar al paciente, se procede a localizar las heridas:

Para evaluar las heridas, deberemos fijarnos en cada parte del cuerpo, y no centrarnos únicamente en la más llamativa, porque en muy raras ocasiones los perros mordidos tienen una única mordedura. Es muy importante localizar las heridas porque en función de la localización, será más o menos grave. Es decir, no es lo mismo una herida en una extremidad, donde la profundidad de una colmillada pueda afectar a músculo, que una zona cercana a algún órgano vital, como los pulmones o los riñones. En ocasiones el veterinario nos podrá recomendar realizar pruebas complementarias, como radiografía de tórax para descartar neumotórax en caso de un impacto en zona torácica, o ecografías abdominales para descartar lesiones en otros órganos vitales. Además, a veces se indicará también realizar una analítica sanguínea si se sospecha que el estado vital del animal pueda estar comprometido. En caso de que el animal llegue inconsciente a la clínica o con dificultad en la movilidad, podrá ser necesario incluso realizar pruebas de imagen avanzadas como resonancia magnética o TAC para poder detectar lesiones que afecten al sistema nervioso.

El animal está fuera de peligro: ¿y ahora qué?:

Una vez localizadas las heridas, se procederá una por una a valorar mediante un mosquito u otro utensilio quirúrgico, la profundidad de la misma, ya que una peculiaridad que tienen las heridas por mordedura de perro, aparte de que se infectan con gran facilidad, es que muchas veces nosotros vemos un pequeño orificio pero que profundiza hacia dentro. O bien que no es tan profunda pero se extiende hacia los lados de la misma, creando una especie de “espacio muerto” que después se llenará de pus, generando lo que ese llama un absceso.  En ocasiones este absceso puede fistulizarse y drenar hacia el exterior.

Una vez determinada la extensión y profundidad de cara herida, se procede a rasurar bien toda la zona de alrededor, para después limpiar con suero fisiológico que arrastre la suciedad y con clorhexidina o betadine diluido, que son soluciones antisépticas y permiten limpiar de manera profunda las heridas. Hay veces que nos tendremos que ayudar de un catéter sin aguja o de una jeringuilla para realizar los lavados.

Tras rasurar, limpiar y desinfectar, el veterinario valorará si es necesario cerrar o no la herida. Para cerrarlas a veces es necesario dar puntos, dejando los bordes de la misma sin cerrar para que vayan drenando por si solas; grapas, o incluso se pueden emplear drenajes.

Principales bacterias presentes en la cavidad oral de los perros:

La presencia de microorganismos en la cavidad bucal de los perros está influenciada por el medio ambiente que lo rodea y los hábitos y costumbres del animal. Los microorganismos pueden transmitirse entre caninos por la convivencia, así como a los humanos donde se pueden convertir en verdaderos agentes infecciosos. Un estudio identificó las principales bacterias anaerobias presentes en la cavidad bucal de los perros que están implicados en lesiones periodontales en los mismos: Eikenella corrodens, Porphyromonas endodontalis y Fusobacterium spp.

Asimismo, Bacteroides pyogenes a menudo se aísla junto a otras bacterias en infecciones de heridas por mordedura de animales domésticos.

Sin embargo, otro estudio analizó la presencia de otros organismos presentes en la cavidad oral de los perros, identificando parásitos de los géneros Trichomonas y Entamoeba.

Tratamiento médico:

Debido a la gran cantidad de bacterias que habitan en la cavidad oral de los perros, el tratamiento médico consiste principalmente en antibioterapia de amplio espectro, aunque en función de la gravedad se podrán usar varios antibióticos combinados para garantizar que se cubran tanto las bacterias aerobias como anaerobias. La antibioterapia generalmente suele combinarse con antiinflamatorios para reducir la inflamación y el dolor asociados a la mordedura.

El veterinario será el encargado de pautar cómo realizar las curas en casa así como de organizar las siguientes visitas para valorar la evolución de las heridas y la posterior retirada de los puntos, grapas o drenaje.

CVMedican

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