Aprovechando estos días de tiempo cambiante, que tan pronto hace sol como llueve, os traemos un pequeño artículo, de cómo aprovechar un día de lluvia con la mascota y convertirlo en algo divertido, además de los consejos veterinarios más importantes.
Un día de lluvia hay mucho tráfico y la ciudad se colapsa, pero los parques están muchos más vacíos, os proponemos poneros el chubasquero, e ir con vuestros hijos y vuestros perros al parque, botas de lluvia en mano para los críos y chubasquero para los perros, cuando la lluvia ya esté menguando, y dejar que los niños y los perros disfruten de una buena jornada de carreras, charcos y juegos.
Para evitar coger cualquier problema respiratorio o vírico, debéis llevaros una toalla seca o varias en una bolsa de deporte y otro chubasquero seco de vuestra mascota. Y para los niños otra toalla de mano y calcetines secos. Al acabar el paseo, que no debe durar más de 30 minutos, secad bien a vuestras mascotas con las toallas, y cambiadles el chubasquero en un soportal para llevarlos a casa lo más seco posible.
Cuando lleguéis a casa, secador en mano o con toalla y paciencia como alternativa, dejad seca a vuestra mascota. Si queda sucia por barro no os preocupéis, hay champús en seco que no requieren agua para poder lavarles y podéis convertir el baño en un juego posterior para otro día o el fin de semana, a los perros les encanta el agua generalmente y podéis aprovechar a bañarlos en la bañera con vuestros hijos ayudando, los niños lo tomarán como un juego y una experiencia muy positiva. Para evitar que el baño se os “empantane” podéis poner toallas de cuerpo entero en el suelo y luego lavarlas, o empapadores que se venden en farmacia que absorben bastante. Sea como fuere, se trata de convertir un día de lluvia que no apetece salir con el animal, en una oportunidad para pasarlo bien en familia.
Eso sí, algunas cosas que tenéis que tener en cuenta son, salir cuando todavía haya luz, ya que de noche bajan las temperaturas y tenéis un mayor riesgo de tener problemas de salud posteriores, que el paseo no debe durar mucho, que los perros de pelo largo se secarán peor, y que tenéis que prestar especial atención a las zonas con pliegues, como entre los dedos de las patas, ya que si no se seca bien y se queda mojado y/o con tierra es muy típico que se produzca una dermatitis húmeda, llamada pododermatitis húmeda, que lo veréis porque el perro se lame mucho las patas y desprende un olor con a queso pasado, además, suele ponerse rojo por la inflamación o marrón por la oxidación de la saliva al chuparse. Para prevenirlo, si no estáis seguros de haber secado suficientemente bien las zonas con pliegues (especialmente entre los dedos, axilas, ingles y si tenéis un perro chato, la cara y los pliegues del rabo), podéis meter las patas en agua con sal gorda y el agua tibia durante 5 minutos por pata y utilizar papel suave de baño para limpiar las demás zonas.
A pesar de lo trabajoso que pueda parecer, si contáis con más de un adulto en casa la tarea se simplifica y además podéis dejarlo todo preparado antes de salir para cuando volváis simplificar el trabajo.
Si además dejáis la cena medio preparada y ese día hay algo que guste a pequeños y mayores en la mesa y a los perros les ponéis una lata húmeda, os aseguráis el éxito del día, si sólo eres un adulto, no te preocupes, menos es más, pide una pizza ese día y olvídate de cocinar. De esta forma convertís un día de lluvia, con tráfico, estrés y sin ganas de salir a la calle en un gran día juntos en familia. Seguimos escribiendo. ¡Hasta pronto!
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