Hoy queremos contaros que tras el periodo de alarma por Covid-19 ya estamos a pleno funcionamiento manteniendo la aplicación del protocolo sanitario y como siempre para poder ofrecer un mejor servicio y de mayor calidad hemos adquirido un nuevo monitor multi-paramétrico, fundamental para el servicio de anestesia y cirugía así como para UCI y urgencias.
El monitor, como su propio nombre indica nos permite hacer una monitorización o seguimiento de diferentes parámetros de las constantes vitales para evaluar cómo se encuentra el paciente ya sea porque acaba de ingresar en UCI por urgencias graves, como por ejemplo un atropello o mordedura grave o disnea severa por un problema cardíaco o bien porque está siendo sedado o anestesiado para un procedimiento menor como pueden ser unas radiografías ortopédicas o bien porque va a ser sometido a una cirugía en quirófano.
Se trata del EDAM iM70VET, un equipo portátil y ligero con una gran patalla táctil TFT-LCD a color de alta resolución de 10,4 pulgadas. Al igual que otros monitores es capaz de hacer un seguimiento de las constantes vitales básicas pero también otras más avanzadas, así que vamos a contaros un poco por encima qué es lo que es capaz de hacer así como cómo nos ayuda a actuar o mejorar.
En su pantalla podemos hacer un seguimiento de la actividad eléctrica del corazón con una visualización rápida de la línea verde que muestra el electrocardiograma, apareciendo a la derecha la velocidad de latidos a la que va el corazón o frecuencia cardíaca (FC). Así podremos detectar si hay una bajada brusca del ritmo o bradicardia como consecuencia del efecto de un fármaco, o si por el contrario la frecuencia aumenta y detectamos taquiarritmia, porque el animal pueda tener una estimulación nociceptiva, o también si presenta algún ritmo raro o si las ondas son normales o están alteradas como consecuencia de efectos secundarios del traumatismo o de los fármacos anestésicos.
A continuación la línea amarilla muestra la respiración y a la derecha la frecuencia respiratoria. Es importante saber que el animal está respirando y si lo hace de forma regular y en cantidad suficiente para oxigenarse así como para tomar los gases anestésicos inhalatorios.
Más abajo vemos una línea azul que indica la saturación de oxígeno en la sangre: esto es s la cantidad de oxígeno que transporta la sangre. Con ello nos asegurarnos que el pulmón está tomando bien el oxígeno y soltando el dióxido de carbono de la sangre, que la sangre lo transporta hacia los tejidos, que llega bien sangre a los tejidos periféricos y que en ellos se vuelve a intercambiar su CO2 por el oxígeno de la sangre. Debe ser siempre superior al 98% para asegurar una buena oxigenación del paciente y tiene forma de ondas según el pulso, que está relacionado con la FC.
Seguidamente hay una línea violeta que es el capnógrafo y lo que mide es la cantidad de dióxido de carbono (CO2) que expulsa el animal en cada espiración. Es un indicador similar al anterior pero de forma inversa y nos muestra indirectamente qué patrón respiratorio tiene el paciente.
Por último, la línea blanca de abajo del todo es para medir la presión arterial con un manguito en la patita, al igual que en personas. Si hay una bajada de la presión, puede deberse a estímulos neurológicos, efectos de fármacos o por una pérdida de sangre y si hay un aumento puede ser causado por un dolor puntual durante un procedimiento quirúrgico. Es fundamental mantener una presión arterial media superior a 60 mmHg para asegurar una buena perfusión de sangre a los tejidos y una mayor estabilidad del paciente.
Además cuenta con un medidor de la presión arterial invasiva que es más precisa que la no invasiva, y un desfibrilador en caso de presentarse fibrilaciones o tener que actuar en caso de reanimación cardiopulmonar.
Todo ello sirve, en definitiva, para actuar con anticipación permitiéndonos detectar si hay algún problema en nuestros pacientes para actuar con la mayor antelación y rapidez posible y prevenir complicaciones mayores.
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